Thursday 22 November 2012

Bitácora Maratón Valencia

Llegó el día al fin y por 4a vez soy finisher en un maratón. Si me leíste en el post anterior sabes que no me presentaba con total garantía de conseguir mi objetivo debido a una lesión en el hombro que me tuvo parado 11 días por completo. Pues efectivamente, no conseguí mi objetivo por 13 minutos.

Aunque siendo sincero, no me ha importado en absoluto. Fin de semana para enmarcar. Ha sido mi primera salida en "equipo" y he disfrutado como un enano.

La verdad es que hasta el sábado por la tarde no empecé a ponerme nervioso. Mi estrategia era clara: salir suave y de manera progresiva para acercarme al 3h 20' que era mi objetivo inicial. El fisio me había avisado que el parón me había despojado de mi tono muscular y que seguramente iba a petar a ese nivel. Pero como siempre, una vez te pones en la línea de salida, saber controlarte es difícil.

Pero permíteme empezar por el principio. El sábado teníamos que coger un Euromed a las 10 de la mañana. Al llegar al punto del control, primer contratiempo. Nuestros 4 billetes (JM, Maica, Alfonso y yo) habían pasado ya el control (?¿) y en principio no podíamos pasar. Después de discutir con el revisor y comprobar que los billetes eran auténticos, nos dejan pasar. Al entrar al tren, resulta que un chico del equipo de Ignasi, junto con su mujer e hijos, ocupaban nuestros asientos. Resulta que en algún momento por error, habían impreso nuestros billetes. Nada grave pero nos vimos pagando 2 veces por el mismo trayecto.


Una vez en Valencia, directos al hotel (muy correcto) y como buenos enfermos, antes de comer a recoger el dorsal y ver si la paella party era digna de darnos de comer. Y no lo fue, un tupper de paella, un trozo de pan y 2 mandarinas. Directos a comer a la pizzería donde estaba Igansi con su equipo Essencial. Allí compartimos una pizza y una ensalada entre 3. Después toda la tarde viendo el fútbol para luego ir a cenar a una Pizza Roma en la cual iban tan desbordados que directamente no pude ni cenar mi plato de pasta reglamentario. Me dio igual, todo el día comiendo frutos secos, arroz y pizza más la carga de viernes y jueves me aseguraban unos depósitos a tope.

Insisto en que lo mejor de la experiencia ha sido compartir el fin de semana con el grupo que he ido. Genial.

6:00 de la mañana suena el despertador. En mi habitación me tocó dormir con Alfonso, el bisonte más campeón de todos nosotros, demostrando una entereza genial a pesar de tener que abandonar en el km 36'7 por problemas estomacales. Hablamos de un fiera que debutó en ultra trail en Sitges, 74km, quedando el 19º y que corrió la Matagalls Montserrat quedando el 12º. Su objetivo era el sub3 y esta vez no ha podido ser. Para mí ya lo ha conseguido aunque en ningún crono lo ponga.

Nuestra estampa de la mañana era mega friki. En la mesa, sales, frutos secos, orejones, pasas, 4 variedades de te, L-Carnitina, sobres de U-Can, recovery de Victory, manzanas, plátanos, PÉRSIMONS, tortitas de maíz con chocolate, miel, pavo y pan. Ah y un calentador de agua que me traje que ocupaba media maleta. Nuestra idea era hacer una pequeña concentración enla habitación. A las 6:02 JM picaba a la puerta. JM es otro bisonte que aunque sólo lleva 2 maratones ya ha dejado clara su calidad. 3h 27' en su debut y en esta 2ª prueba cumpliendo el objetivo marcado parando el Garmin en 3h 20'.



Esta foto es de antes de salir, de derecha a izquierda y de arriba a abajo: Xavi, Ignasi (no la corrió aunque estaba inscrito, desmotivación dice, ya lo motivaremos a base de cenas bisontes), Emili, yo mismo, Alfonso, JM, Sergio (un maquinón, 3º en la ultra de Sitges de 74km y 8º en Matagalls), David. Abajo: Caco (el mejor supporter) y Ricard.

Mi estrategia era salir con el Sr Ricard, empezar a 4:50 y de manera progresiva mantener un 4'40"-4'45". Pues no, con todo el subidón de la prueba y rebosante de energía, en el km3 ya estaba en 4'38", craso error que más adelante pagaría con sangre, sudor y dolores indescriptibles (a los que ya estoy acostumbrado).

Debo criticar la super cagada en la línea de salida. Resulta que soltaron una traca valenciana justo antes de salir que descolocó a todo el personal saliendo ntes de tiempo, para luego obligarnos a dar marcha atrás como 50m. Esto parece poco pero imaginad a 9000 personas retrocediendo sobre sus propios pasos. Un fallo de organización, en mi opinión muy grave.

Y empieza la cursa. Los dos primeros kilómetros pasan entre una marea humana que hace muy complicado coger un ritmo constante, lo cual me provoca un poco de ansiedad por los continuos adelantamientos buscando mi espacio. 1er km a 5'15" y el 2º ya a 4'53". a partir de ahí veo el 4'41" y el 4'38" durante casi 20 kms.

A pesar de untarme en vaselina los pezones como puedes ver, ya desde el km 15 empezaba a sangrar. En el km21 me esperaba mi hermana Maica con Caco para darme el 2o batido de UCAN que me tenía que llevar hasta la meta sin tomarme ni un solo gel. La verdad es que fue un experimento, tenía experiencia en entrenamientos tomándome un sobre antes de la tirada y sin problemas hasta el 27-32, pero a causa de la lesión no tuve ocasión de entrenar tomarme uno en carrera. Me costó mucho bebérmelo, es muy espeso y la verdad es que no es lo que más te apetece cuando estás empezando a notar el cansancio. Pero conseguí tomármelo a lo largo de 6km y no tuve problemas estomacales.

Y  ahora viene lo que todos los que corremos larga distancia conocemos. El famoso muro, hitting the wall como se dice en English. Y vaya si vi el muro. Pero esta vez fue un muro absolutamente muscular. De cardio iba sobrado, pero por culpa de haber estado parado 11 días mis patas perdieron un poco el tono y aguantaron hasta que dijeron basta. A partir del km 28 empecé a descender paulatinamente la velocidad. Pasé de ir a 4'42" a 5'20" en el km 34. Entonces mis piernas no daban para más, dolores insoportables que ahora los recuerdo y se me pone la piel de gallina. Era el momento de automotivarse como fuera. Para empezar, encontrarme a Ignasi y su mujer con sus amigas y parejas del resto de amigos fue un extra que me sirvió durante toda la maratón. En el 34 tenía ganas de llorar y abandonar. Pero no, nunca he abandonado y el domingo pasado tampoco iba a ser mi primera vez. Mi humilde truco en esa situación de derrota física y psíquica es ponerte pequeños retos. El primero, llegar al km35 donde me esperaba agua y donde decidí parar a caminar para coger fuerzas. Llegó el avituallamiento y ahí cogí un agua, caminé, me comí dos orejones que llevaba, 2 pastillas de sales y un trozo de plátano que me dieron. La gente en esos momentos te intenta animar, te grita por tu nombre gracias al dorsal, pero tú necesitas darte un pequeño respiro para poder continuar.

Para intentar no perder demasiado tiempo, me auto impuse una pequeña norma: te paras, comes, te hidratas y pasados 30 segundos te pones a correr otra vez. Y eso hice. Pero para entonces las patas se habían convertido en 2 columnas de mármol travertino, sin flexiblidad y con unos dolores mayúsculos. Vamos Pedro, un km más, estás a 7km de la gloria. Ahí la presión es aún más grande cuando ya llevas varios maratones y pretendes hacer un tiempo. Cuando debutas, al menos yo, el objetivo es terminar, y si no puedes más pues caminas y santas pascuas. Según mis cálculos, necesitaba mantener un pace de 5'15" para acercarme al objetivo. De momento, en el km36 iba a 6'00. Y sin atisbos de mejorar. Pues nada, a sufrir como un cerdo e intentar motivarme con todo. Le miraba al culo a una, le decía algo bonito a alguna del público, le hacía gañotas a los que me animaban, hasta hice un coleguita de Coruña que estaba peor que yo. Dolor supremo pero buen rollo. Sufrí tanto que perdí la noción de la realidad. Se me fue la cabeza por completo. No podía tener pensamientos positivos, tampoco negativos, solo seguir corriendo como podía. Era un zombie, un yonkarra haciendo el tramo a pie por la ronda Litoral camino a Can Tunis. Y así, sin saber cómo, llegué al puto km40. Ahí te medio animas, gentío brutal que te lleva en volandas hasta tu anhelada finish line. Pude apretar hasta 5'20". En el km41 había un tramo adoquinado que era una tortura, cada zancada la notaba de la punta de los pies hasta la nuca. Pero estaba tan ido que ya ni me dolía, era una tortura sostenida diríamos. Y entonces llega la gloria


 El tema alfombra azul no estaba nada mal, pero a nivel animación y público es un bluff en mi opinión. Si te gusta sentirte como una reinona bien, pero a mí me gusta sentir al público gritándome en la cara. El último km y medio me lo pasé buscando a gente conocida, imposible yo un yonki por un lado y por el otro el público separado por unos laguitos artificiales. En fin.

Después me esperaba otro mini maratón. Llegar al hotel. Imagina mi situación, destrozado, mareado, asqueado de la vida en ese momento, y teniendo que buscar el modo de cruzar el paso de los toros llegando a meta. Los pezones sangrando a caño, ni el agua, ni la fruta, ni el powerade me reanimaba. Hasta que después de unos 30 minutos caminando me encontraron Ignasi y su manada. No lloré al verlos porque mira, no me salió. Pero en ese momento les hubiera puesto el piso a su nombre sin rechistar. Me estaban salvando de mi calvario. Cuando llegué al hotel se me iba la boca. Sí, mandibuleo rollo raver. El límite al que pones al cuerpo en esta distancia es sideral. Pero ya!

Después nos fuimos a comer un merecido arroz en un local que nos recomendaron y de vuelta en Talgo, donde invadimos el bar y nos bebimos unas 7 cervezas por cabeza más frutos secos y olivitas.

Al expresar por escrito mis sensaciones en la prueba se me ha puesto hasta mal cuerpo. Ahora es jueves y ya sólo noto agujetas, ya puedo caminar bien y ayer incluso me atreví a rodar 4km muy suaves. El sábado o domingo me iré a la CDLA a correr sin Garmin hasta que me apetezca. Hay que empezar cuanto antes, me esperan 4 carreras en diciembre en las que espero mejorar mis marcas personales.

Tiempo final 3h 33'

Adoro este deporte. Espero que en 2013 las lesiones me respeten y poder dedicarme en cuerpo y alma al triatlón. Repetiré Calella y si me agenda me lo premite, debutaré en distancia IM. Oulleah.

Thursday 15 November 2012

Más de dos meses missing. Maratón Valencia.

Han pasado dos meses y medio casi en los que me ha sucedido de todo a nivel deportivo. Te resumo rápido. Creo que en el anterior post ya comenté que me había apuntado a mi cuarta maratón. Esta vez en Valencia. La razón de apuntarme principalmente fue una, van todos mis running mates además de varios conocidos. El nivel de enfermedad runneril en mi grupito se ha incrementado de manera muy intensa y como es algo que me gusta, me he dejado llevar y he entrenado como un jabato. Casi no me he saltado ni un entreno, y como no puede ser de otra manera, he cosechado resultados. El más destacado es que bajé 5' mi tiempo en media maratón. Concretamente en la del Mediterrani, una prueba que se corre entre Gavà y Castelldefels, muy llana y fea para algunos. En mi opinión es perfecta, tanto por la época (octubre, justo a un mes de varias citas de maratón) como por su perfil, muy llana. Paré el crono en 1h 30' 47", no es un tiempazo pero sí me acercaba un poco más a mi objetivo en Valencia, que es 3h 20' (lo sigue siendo, ahora te cuento).

Un resumen del plan que he seguido es: los lunes rodaje de asimilación del fin de semana, 9km. Martes descanso. Miércoles entreno alegre que llamo yo, casi siempre a las 6 de la mañana, 14'5km de los cuales 5 eran a 5'-5'15" y el resto entre 4'30" y 4'45", según el día y la semana. Los jueves hemos hecho series (de 1k, 2k y 3k) siempre entre 3'50" y 4'15" (un total de 12-13km). Viernes descanso (yo metía aquí natación) Los sábados tocaban 14km, un entreno muy similar al del miércoles, pero yo en lugar de eso metía una salida suave en bici, unas 2 horas. Y los domingos tirada larga (empezamos con 18km y hemos hecho unas 3 de 30km y varia3 entre 22 y 28).

Esto ha sido así hasta mi última tirada de 30km que fue el 27 de octubre. Ese fatídico día resbalé mientras rodaba por el km 13 por una pasarela de madera de Iroco. Me pegué un guarapo para haberme matado, se me salió el hombro del sitio y tuve la santa suerte de caer de manera que se me recolocó solo sin asistencia posterior. Tuvimos que parar, pero como no me noté nada roto, seguí con el entreno. En total 30km. Pero sabía que algo no estaba bien. Y me fui directo al médico, a la clínica CIMA. Cuando le explico a la médico lo ocurrido, me hacen placas e inmovilizan el brazo hasta nuevo aviso. Cuidado. Peligra mi carrera. Cuando te vuelcas mucho en una cosa y de un día para otro te la quitan, tienes una sensación de vacío  terrible. A muchos esto les puede parecer una banalidad, pero honestamente creo ue todo depende de la importancia que la damos cada uno a las cosas. Yo me hundí.

Tengo a mi amigo Fran trabajando en CIMA y gracias a eso me pude adelantar a las esperas (en las privadas también las hay, pero menos) y me dieron hora para el trauma ese mismo martes (3 días parado). El doctor me dijo que era imprescindible hacerme una resonancia del hombro para saber e alcance de la luxación, que me fuera olvidando de correr. Gracias a Fran de nuevo, hora para la resonancia el mismo viernes (jueves festivo día uno de noviembre) a las 8 de la mañana (6 días parado). Era mi primera vez metido en esa agónica máquina, recordé la peli Buried al sentirme ahí metido como una sardina enlatada. Y de la prueba me volvieron a dar hora para otro trauma, Dr Urraza, para el miércoles siguiente (10 días parado, 11 si me daba malas noticias).

El miércoles día 7 de noviembre tenía hora para el trauma a las 13:00 horas, pero debía estar antes para recoger los resultados del TAC. A las once estaba ahí con el ansia viva. Fran ya me había recogido el resultado. Y se juntaron dos cosas: absoluto desconocimiento del léxico médico y un estado de nervios que ni la loca de los gatos en los Simpsons. Total, que me explora, me dice que el cabestrillo fuera (por fin, 10 días después) y me explica que tengo un edema muy fuerte en el húmero, los tendones inflamados pero que no queda claro todavía si se me luxó del todo el hombro. Puedes seguir con tu actividad física, el braceo no te molestará, pero no puedes hacer pesas ni nadar ni levantar el brazo pasada la altura del hombro. ¡Salgo del médico que quiero matar de alegría! ¡hu ha!

Y el mismo miércoles día 7 se acaba mi viacrucis y vuelvo a entrenar. ¿Qué hacer? después de tantos días estuve planificando mi vuelta, que si volumen, que si series más largas que si tal que si cual. Pero es que ya no queda tiempo, la carrera es el día 18 de noviembre. Pues nada, después de consultar con los colegas y con los del equipo llego a la conclusión más sensata. Lo mejor es seguir con el entreno como si nada hubiera pasado. El miércoles pasado corrí 12km (5 a 5' y 7 a 4'25"). El jueves hice 3 series de 2k (entre 4'12" y 4'), total 13km. El viernes descansé y el sábado corrí 10km y la dominica 15km. A nivel ritmos y cardio no he perdido nada en absoluto, pero desde que he vuelto noto como muchas agujetas, asumibles pero muchas.

Esta semana he corrido 6km el lunes, 7km el miércoles (con una serie de 2k a 4'25") y hoy jueves 6km.  Ahora no me queda más que descansar hasta el domingo que corro. 

Lo malo es que vengo ahora mismo del fisio, mi fisio de siempre. Y me ha dado una información que bien se podía haber metido en su orto. 

Me dice el cabrón que tengo la pierna super delgada, que he perdido masa y que no me nota cargado, más bien agujetoso (100% cierto). Y de eso deduce que no voy a aguantar la maratón al ritmo que quiero y que seguramente voy a petar a nivel muscular. Será mamonazo el tío...

Y nada, que voy a hacer caso omiso de sus palabras y todo salir más reservón, voy a intentar cumplir con mi objetivo que son las 3h 20'. Con todo lo que he entrenado y todos los problemas que me he encontrado en el último tramo ahora no pienso salir más suave. Así que así están las cosas.

La semana que viene escribiré la crónica.

Stay tuned!

Salut i kms!