Mi resumen del Half Challenge Calella

Tantos entrenos, tanto esfuerzo, tantas horas invertidas, y ahora ya está! ya pasó. Realmente es cierto aquello de que la preparación es todo el conjunto, la prueba es simplemente la guinda en el pastel.

Durante la semana previa mis nervios fueron in crescendo, hasta tal punto que el viernes noche casi no pude dormir. Esto fue una novedad en mí, normalmente mis nervios se cobraban las horas de sueño la noche anterior al evento, nunca me había afectado antes. Pero es que esta vez era distinto. Enfrentarme a esta prueba para mí ERA todo un reto. No dominaba las disciplinas, o eso creía, no tenía ni flowers del tema transiciones, me obligaba a organizar con tiempo todo el material, estudiar el bike park, la bags area... Todo lo contrario a mi forma de actuar en mis carreras populares. Te abrochas las Saucony y te echas a correr, no hay más.

El domingo sonó el despertador a las 4:40 a.m. Pegué un salto y directo a la cocina. 2 omeprazoles y me preparo un pequeño bocata de pavo, un yogur natural con un poquito de muesly y miel, un plátano y un té rojo con limón. Me afeito, me ducho y salgo pitando con el coche dirección Calella. Mi buen rollo en el coche es supremo. Suena The Orb, Jurassic 5, Kate Bush y Kraftwerk. Y me voy bebiendo un bidón de Aquarius.

Llego a Calella y varios coches dan vueltas buscando un imaginario espacio para aparcar. Yo solo llegar veo un parking y no me lo pienso ni medio segundo. Para dentro. Me empiezo a cruzar con triatletas vestidos ya de guerra y nos cruzamos miradas en plan, aquí estamos, ha llegado el día. La gente va de deporte vestida, yo con mi polo y mis pantalones cortos de vestir, cargado con la bolsa verde de street wear y el hinchador.

Llego al bike park y se huele en el ambiente los nervios pre-competición, ese cosquilleo que nos tiene a todos enganchados y nos hace entrenar y entrenar para preparar pruebas cada vez más difíciles. Inflo las ruedas, pongo los bidones en su sitio, uno con agua y el otro con 2 geles GU diluídos. Y me voy al bags area a cambiarme, ponerme el neopreno y revisar una última vez que tengo todo lo necesario en las bolsas para las transiciones. Me pongo el neopreno, enciendo el Garmin para dejarlo en la bolsa run y me voy a la playa.

En la playa, mi corazón va a unas 300ppm. Asumo con madurez saber que salgo casi el último por no ser federado, grupo OPEN. Sería como popular, lo cual me gusta pero no la hora. En fin. Los élite salen a las 8:00, después cada 5' van saliendo los federados por grupos de edad y luego nosotros los Open. Debo decir que el rollito Open me gustó, gente más mundana, menos élite (en el tri, parece ser que cuando ya llevas 2 o 3 pruebas, una fuerza divina te impulsa a vestirte como si fueras Víctor del Corral o Clemente Alonso)

Me toca salir a nadar por fin. Mi estrategia es clara: salir con la calma, seguir con la calma y un único compromiso, no parar de nadar en todo el recorrido. Y eso hice. En total me salieron 38'05". Quiero señalar que fue donde más disfruté, nadar en aguas abiertas me relajó muchísimo, con un agua en calma, limpia y fría. Lo recuerdo y se me pone la piel de gallina. Salgo del agua y escucho a Caco pegarme un bozinazo: be Pedro be!! vas genial!!! salgo escopeteado, no hay mareo y puedo dirigirme al box corriendo y adelantando a algún corredor. En esa transición invierto 5'20". Me dicen ahora que es mucho tiempo, me da igual, mi sensación fue de hacerlo bien sin detenerme demasiado.

Y cojo la bici. La bici es mi gran asignatura pendiente, no le he dedicado todo el tiempo que ella te requiere y es la disciplina que más respeto me imponía. Pero con 2 cojones, a intentar regular en llano, apretar dientes en los repechones y beber y comer mucho. Me llevé 2 barritas Powerbar que la verdad no me sentaron muy bien. No entrené comer sobre la bici y se me hizo misión imposible masticar y acabármelas enteras. En total creo que no comí más de una. Lo que sí tomé fue una maravilla llamada Saltstick. Son unas sales, electrolitos que me mantuvieron alejado de calambres durante toda la prueba.

La verdad es que tuve suerte, casi sin viento y con mi recién estrenado cuenta kms, muchos tramos a 34km/h y sin tener que compartir trayectos con nadie, por lento claro está. Sólo una anécdota: como soy malo de huevos, cuando bebo del bidón la bici todavía se me tambalea un pelín y resulta que decidí beber en el mismo momento que un imbécil élite decidía pasar junto a mí a 50km/h quitándome laspegatinas de bici y casco. Claro, como no contaba con mi inexperiencia, casi se cae y me pega un grito EEEEEEEHHHHHH!. Pero a mí tú no me tocas las narices, le contesto: eh qué? imbécil, eh qué. Desconozco las normas de las prueba pero estoy seguro que no está permitido adelantar a alguien a un centímetro y medio. Y efectivamente, pasaba un juez estupendo por allí y lo penalizaron. Si es que hay gente que es muy poquita cosa. Detuve el crono en 2h 58'. Contento como unas pascuas pues mi planificación me decía que acabaría entre 3h y 3h 15'.
La transición 2 la hice en 1'27", creo que casi me quité las botas como cuando llego borracho a casa, a patadas. Y empieza mi tramo preferido, la carrera.

Aquí tenía puestas yo mis esperanzas. En los entrenos de transición me había dado cuenta de que las piernas me aguantaban muy bien, y mi objetivo era a guantar los primeros 5 o 6 kms y luego ir a cuchillo. Pues no. Calor insoportable, piernas muy cansadas pero ánimos intactos. Empiezo la carrera a 4'30" y en el km 2 me digo, párate que te va a dar un calambre, regula que queda mucho. Y bajo el ritmo a 5:00, continúo tomando las sales y me tomo un gel marca GU que es una bomba de cafeína, aminoácidos y sales. Me hace algo de efecto y consigo continuar corriendo aunque poco a poco voy bajando la velocidad de manera natural. Imposible mantener un ritmo a 27º C. Bebo mucha agua y en los avituallamientos me permito parar unos segundos para beber isotónico, agua y algún trozo de plátano y naranja. En la cursa sí hay bastante gente animando, al menos en el trozo de Calella.

Me partí el culo de risa yo solo porque cuando pones el nombre que quieres que aparezca en el dorsal yo elegí P.LIMA, un error como luego pude comprobar. La gente me llamaba, puma, pluma, plima.... hasta que al final unas púberes me quisieron animar y al no poder leer mi nombre les dije: PEDRO! COÑO ME LLAMO PEDRO! NI PUMA NI PLUMA NI PLIMA, PEEEDROOO!.

En el km 11 me encuentro a Sara, mi hermana, Vila y Diana con una pancarta de 2 por 2. Me pega subidón y aumento el ritmo a 4'40". Lo pago como un cabrón. Me duelen las lumbares y empiezo a notar molestias en los gemelos y cuádriceps. Pero es que me daba tan igual..... estaba en mi última vuelta, me quedaba un gel, me iban a dar agua en 3 avituallamientos y sin tener ni puta idea de tiempos sabía que estaba on time. Sin darme cuenta me planto en el km 17, me empieza a subir una alegría por el espinazo que me quita todos los dolores. Es el saber que vas a llegar, ya no importa el calor ni los tiempos ni nada. Es mi momento y nadie me lo puede arrebatar ya. Me vuelvo a encontrar con mi gente, me grita, acelero joder quiero llegar esprintando! Pero no puedo. Un último giro y ya está, alfombra roja.

De bajar a 5'35" paso a 4'50". Quiero más pero ya no puedo. Ni la adrenalina generada por la meta me sirve para tirar más. Estoy totalmente vacío. Vacío y feliz. En el último tramo está Caco con Adrià. Me gritan. Me animan. Ellos saben lo que es porque han estado ahí.

Y ahí está. La meta, el podio. Elevado para hacernos sentir importantes. En ese momento lo somos. Somos finishers, todos. Cada uno con su nivel y sus objetivos diferentes. Algunos no han conseguido llegar, no es mi caso.

Tiempo oficial: 5h 36' 08". No hagas caso del crono, es el del tiempo total, el de los élite como José Luis Cano que me ha entrenado, y muy bien, por cierto. Ahora a descansar, a recuperar sin prisa (ya no preparo nada) y a pensar en siguientes retos. Aunque ya te avanzo que haré otro maratón en otoño (Valencia), prepararé otro half (marzo-abril 2013) y seguramente si lo negocio bien en casa me aventure a por la distancia reina.

Quiero dar un consejo desde mi corta experiencia. Ser nuevo en esto me permite tener una visión externa del movimiento este del triatlón a la vez que puedo opinar por estar dentro. Si te apetece hacerlo adelante, hazlo porque es un deporte muy bonito y si un mindundi como yo puede hacerlo, tú también. Pero por favor, no lo hagas obligado/a, vi durante la prueba a muchos conocidos que se lo tomaban demasiado en serio y que no sonreían. Mirad las fotos, incluso en los peores momentos no dejé de sonreir. Incluso me permití marcarme un bailoteo en el km 15 del run con una nena de 8 años. Ya sé que todos somos diferentes y que no todos lo vivimos igual, pero yo os invito a vivirlo como lo he vivido yo, con alegría en los entrenos, en los madrugones, en los sacrificios que he tenido que hacer por seguir una hoja de excel y al final también en la prueba. Que nada ni nadie os quite la alegría de vivir vuestro momento. Y ya.